Los orígenes del yoga se remontan a alrededor del siglo VI aC en la antigua India. La palabra original del sánscrito “Yoga”, deriva de la raíz yuj que traduce: adjuntar, unir, aparejar, uncir, enganchar. En su sentido abstracto y filosófico significa la unión de todas las dualidades. El 1 de diciembre de 2016, el Yoga fue reconocido por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad.

 

El yoga practicado de manera suave y terapéutica, es una manera de integrar la respiración, la mente y el cuerpo.

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Esto permite a la persona pensar con mayor claridad, respirar más fácilmente y moverse de manera más eficiente.

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El yoga también puede ayudarnos a viajar profundamente dentro de nuestro cuerpo para experimentar la realidad de nuestro verdadero ser.

 

Sin importa la edad o la flexibilidad que tengamos, todos podemos hacer yoga y beneficiarnos de las herramientas que se adquieren con ello. La tarea principal de la disciplina del yoga es la eliminación de obstáculos que impiden el funcionamiento natural de nuestro sistema.

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La práctica de las asanas (posturas corporales) se convierte en una exploración sistemática del equilibrio intrínseco de nuestro cuerpo.