Evolución, el Arte del Movimiento Consciente 

La filosofía Oriental afirma que el movimiento consciente es el fundamento de la vida. El movimiento que resulta en la creación de la vida no se da al azar; sigue una lógica, un camino, un cierto orden que podemos descubrir fácilmente, al contemplar el pasar de las estaciones o el movimiento de rotación de la tierra. Los seres humanos históricamente han elegido una de dos opciones: o bien se han compenetrado con  las leyes y los ritmos establecidos por la naturaleza y han evolucionado, o  bien, los han rechazado, los han combatido y han involucionado. Aquellos que rechazaron la naturaleza han dado lugar al surgimiento de realidades artificiales que a su vez han creado gran sufrimiento en el mundo. 

 

Las disciplinas que trabajan con movimiento consciente se han practicado a través de los siglos y las culturas para reconducir a las personas en la senda de la naturaleza, en el camino de su propio y verdadero ser en donde no hay sufrimiento, sino la simpleza, el amor y lo maravilloso de la vida. 

 

En la actualidad hay multitud de métodos en el mundo; ya no se trata de encontrar cual sea el mejor o el más cercano a la verdad, sino, como nos unimos todos para contrarrestar la locura global y la propagación del sufrimiento.

 

Las prácticas de movimiento consciente dan la clave para sanarse a sí mismo, no a través de un médico, una planta, un maestro o un gurú. Este método, la autosanación, es el más elevado  y efectivo de todos los métodos terapéuticos.

Disciplina y el compromiso son indispensables para alcanzar el éxito en estas prácticas y la recompensa es una vida plena de paz interior y gozo.