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Nutrición

Los protocolos nutricionales de la medicina china invitan a transformar la selección, preparación y el consumo de los alimentos en un arte curativo. Los protocolos de la nutrición del Asia Oriental reconocen desde la antigüedad que los alimentos constituyen una poder curativo de gran importancia. 

No somos solamente lo que comemos sino, principalmente lo que asimilamos. La dieta  tiene efecto directo sobre como nos sentimos. La ventaja es que tenemos el control de nuestra dieta y existen pasos sencillos y asequibles que podemos dar para mejorar nuestra salud a través de los alimentos que consumimos.

 

 Estamos convencidos de que la salud se origina en el interior y se irradia hacia el exterior. Al tomar decisiones conscientes sobre la alimentación y proporcionarle al cuerpo el combustible que requiere, estaremos encaminándonos hacia una salud óptima y, por lo tanto, previniendo enfermedades. 

 

Tomando en consideración el diagnóstico de cada individuo y la relación con las propiedades  particulares de los alimentos, se concluye que no existe una dieta universal. Para encontrar el balance es importante que cada persona conozca, no solamente sus particularidades y las propiedades de los alimentos, sino también su correcta preparación y la forma apropiada de consumirlos, evitando excesos y aprendiendo a seleccionar productos de alta calidad. 

 

Una terapia dietética adecuada puede reducir el tiempo de recuperación de muchos problemas de salud. Ciertamente, todas las demás terapias son más efectivas cuando se basan en una disciplina dietética rigurosa. Con una actitud positiva y adecuado ejercicio físico se combinan con una buena dieta, no existen límites para acceder al disfrute de una buena salud. 

“El pedazo de pan es un embajador del cosmos que ofrece alimento y apoyo.

Cuando miro el pedazo de pan de manera profunda, veo la luz de sol, las nubes, la inmensa tierra. 

… por eso el pedazo de pan que sostengo en mis manos es una maravilla de la vida.

Está ahí para todos nosotros. Tenemos que estar ahí para él.” 

 

Thich Nhat Hanh, Siglo XXI d.C. 

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